(ESTE RESTAURANTE ESTÁ CERRADO)
Un poco de pasta basta para saber que en este restaurante usan un excelente producto italiano y lo saben manipular. La mayoría de los ingredientes que aquí se exponen son importados y eso se nota. Vaya si se nota. Solo hay que llevarse a la boca un pezzo de queso. Peccato! Sergi Farrés, el joven propietario de este nuevo establecimiento del Eixample de Barcelona, sabe lo que hace. Conoce el sector y las tendencias gastronómicas. Y se ha inspirado en locales de Londres y Nueva York para abrir su propio proyecto: Davita Gastro Market. Un restaurante poco usual, sin camareros que te sirvan en la mesa, sin menú y sin carta o con muchas cartas. Cuando entres lo entenderás. Se abrirá ante ti un espacioso y bello mercado con 9 paradas y sus diferentes propuestas gastronómicas. ¿Y ahora qué? Pues te paras en la que más te guste, miras la oferta, los precios, pides y entregas la tarjeta Davita donde te cargarán la comanda. Luego recoges los platos, buscas tu rincón preferido, degustas tu desayuno, aperitivo, almuerzo, merienda o cena y, antes de irte, pasas por caja.
¿Temes pasarte? No tienes porqué. Los precios están bien marcados en cada puesto y avisado quedas que las raciones son de aplauso. Las pastas rebosan cantidad y sabor —impresionantes los tagliatelle con funghi e tartufo de la fotografía— y las pizzas —enormes y finas— llevan harina de farro para que no te pesen tanto. Si pasas por La Cantina y te pides un Barolo quizás te pique un poco, pero darse a la ‘dolce vita’ es tan gratificante… Botellas hay muchas, algunas de aquí, la mayor parte di là, opciones a copas para probar y probar. Embutidos italianos, ensaladas variadas, risotto, tiramisú, gelato… Cómetelo in situ o llévatelo a casa, pero date a la buena vida, anda.