La denominada Tribu Woki, los locales que Guido Weinberg ha ido abriendo casi año tras año con la feliz idea de unir comida saludable, productos eco y precios asequibles (Barraca, Barracuda, Woki Organic Market…), ha ampliado la familia con un nuevo miembro: Satay Grill. Ocupa una de las mitades del restaurante Carmelitas (han centralizado toda la oferta de este establecimiento en el espacio que da a la esquina de las calles Carme y Doctor Dou) y se centra en cocina callejera asiática. Tiene un punto de lógica: si vas a montar un restaurante de este tipo en Barcelona, qué mejor que el Raval. Y como en otros locales de Weinberg, la mano que mece la cocina (en este caso, la parrilla sobre todo) es de Xavier Pellicer, el ‘crack’ que defendió las estrellas Michelin de Can Fabes y Àbac, y que ahora eleva las verduras a categoría de en Céleri.
Satay Grill, que solo da a la calle Carme, abrió hace casi dos meses, tiempo suficiente para rodar una carta corta pero divertida, juguetona y ejecutada con buen gusto, con protagonismo para las brochetas de carne hechas al grill de carbón ecobrasa, con cáscaras de coco (satay es el nombre de una brocheta de carne a la parrilla típica de Indonesia), propuestas muy populares en el sudeste asiático (además de Indonesia, Malasia. Singapur, Tailandia e incluso China). Puro street food de allí pero hecho aquí.
Antes de zamparme los pinchitos (atención, hechos de bambú o coco) con carne y pescado (no caté el veggie, con calabacín fileteado con salsa kimchi y tomkatsu), disfruté de unas ensaladas de lo más aromáticas, como la de quinoa, col y zanahoria al estilo vietnamita, la de tomate, setas confitadas, kale y algas con vinagreta de curry, y el salpicón de pulpo con pad that. Mientras le iba dando a las cervezas china y tailandesa que había pedido.
También probé un bun bao, pan chino servido con pollo tandori y otro con cerdo, salsa hoisin, pepino y cebolla tierna. Del de pollo comí la mitad porque el pan no estaba lo esponjoso y tierno que debería.
Las brochetas de Satay Grill (tienen 11 pero yo solo caté la brocheta de pez espada con leche de tigre y la de pollo con reducción de salsa teriyaki) siempre vienen acompañadas de salsas especiadas, que pican lo justo. No pasan desapercibidas pero tampoco agreden la lengua, cosa que se agradece.
También se agradece que el precio de la cuenta final no suele superar los 15-20 euros por cabeza.
O sea, que si alguien quiere probar algo saludable, divertido, asiático y un punto exótico pero entendible en un local sin pretensiones, que se deje de aviones a la otra punta del mundo. Metro, moto, bici o andando, y pa’l Raval.
Satay Grill
Calle Carme, 42. Barcelona.
Teléfono: 93 461 59 11 y 629 56 26 94.
Horarios: de lunes a domingo, de 12.00 a 16.30 y de 20.00 a 00.00 horas.
Precio medio: 15-20 euros.