Cuando todo esto pase, podremos dar la vuelta al mundo por mil motivos, pero pocos nos descubrirán tantas cosas de la humanidad como recurrir los mercados de cada país para aprender qué se come (y, por lo tanto, como se vive) en ellos. Este es uno de los objetivos de Mercados, un mundo por descubrir, un libro pensado para el público infantil, pero que también podemos disfrutar los mayores. En primer lugar, por las excelentes ilustraciones de Miranda Sofroniou. Y, claro, también por las decenas de datos que el autor, nuestro compañero Josep Sucarrats, ha recopilado acerca de mercados de todo el mundo. Muchos de ellos, increíblemente desconcertantes e inesperados.

Uno de los capítulos más divertidos en este sentido es el titulado Esto también se come, que recopila 10 ingredientes que, fuera de su contexto, pueden descolocar al comil´ón más atrevido. Nos hemos detenido en ese capítulo para compartir con vosotros algo de lo que hemos aprendido en nuestra lectura. Pero, ¡ojo! eso solo es una cata. Lo bueno está en el libro, ya lo comprobaréis cuando llegue a vuestras manos. Pero por el momento, aquí va la lista de lo más raro que podéis encontrar en los mercados.
Durio

Esta fruta, cuando se parte, desprende aroma (llamémolse así) a calcetines sucios. Eso sí, es muy nutritiva. La encontraréis en los mercados vietnamitas como el de Can Tho.
Araña

Hablamos de arañas de verdad, de las de las telarañas y tal. Pero gorditas y crujientes, como las que se venden en el mercado de Skuon, en Camboya. Empezaron a comérselas hace más de un siglo para superar una hambruna, pero ahora son un plato de moda.
Lenguas de pato

Para los chinos son una delicia. El día que piséis Pekín, basta con visitar el mercado de la carne de la calle Quianmen para comprarlas. Se comen fritas o cocidas y pinchadas en brochetas.
Chapulines

En México se pirran por ellos y por eso hay decenas de puestos del mercado de Oaxaca, entre muchos otros del país, que venden. Se comen tostaditos con un poco de limón, sal y ajo.
Pez globo (fugu)

He aquí una excentricidad japonesa, más que nada porque solo los muy expertos saben cocinarlo. Es que, en otro caso, si su veneno acaba en el plato, podéis morir. Lo podemos ver en el enorme mercado del pescado de la ciudad nipona de Karato.
Caviar

No sabemos si ya lo habéis, pero sí que sabéis de qué va este icono de la alta gastronomía. Pero no deja de ser raro que nos enloquezcan esas huevas que el pobre esturión tarda 7 años en poner. En Rusia lo aman con locura, y eso se puede comprobar en el mercado Danilovsky de Moscú.
Caracoles

Incluso en los países donde más se los zampan —Francia, España e Italia— despiertan pasión y repulsión a partes iguales. ¿Cuál es vuestro equipo?
Zumo de alfalfa

Es uno de tantos de los que se ofrecen en el mercado de Iñaquito, en Ecuador, donde tienen de mil frutas y hortalizas. Este, en concreto, tiene un nombre propio muy explícito: come y bebe.
Hákarl

Sería el jamón de los islandeses, pero no es de tocino, es de tiburón de Groenlandia. Pero la verdad es que, si un día veis como cuelga del techo del mercado portuario Kolaportio, de Reykjavik lo que más os sorprenderá es la peste que desprende…
Percebes

Uno de los mitos de la gastronomía gallega gracias a la valentía de los percebeiros que se atreven a pescarlos. ¿Sabéis que es un crustáceo que en 30 millones casi no ha cambiado nada?
Lagarto

En varios países africanos lo consideran una delicia. En algunos mercados, como el de Kejetia, en Kumasi (Ghana), incluso hay puestos especializados en este reptil.

Y hasta aquí la degustación de un libro que os sorprenderá en cada uno de sus capítulos y que, además, despertará entre los más pequeños de la familia el interés por acudir a los mercados… Lo que implica que así aprenderán a comer bien. De ello y de más cosas habla también el mismísimo Ferran Adrià, que ha prologado el libro.
Mercados, un mundo por descubrir ya está disponible en librerias en sus dos primeras versiones, en catalán y en castellano.
Mercados, un mundo por descubrir
Josep Sucarrats (texto) y Miranda Sofroniou (ilustraciones).
Prólogo de Ferran Adrià.
Flamboyant Editorial, Barcelona 2020
PVP (aprox): 17,90